LA MEMORIA HISTORICA O LA DESMEMORIA INTERESADA
¿Qué miedo tiene el Partido Popular y las personas que votan a este partido en reconocer las atrocidades y el genocidio cometido tanto durante la guerra civil como después de la guerra civil por los dos bandos enfrentados en la misma?
Si tan demócratas se consideran y, si no se sienten ligados ni a uno ni a otro bando, no tienen por qué tener miedo a esta ley y al reconocimiento de las víctimas de la citada guerra y postguerra.
Creo que el pueblo español es más maduro actualmente que los políticos y, en absoluto, según dicen las encuestas serias y profesionales, sienten que necesitan enfrentarse en estos momentos porque jurídicamente se reconozcan tales atrocidades.
Yo personalmente y humildemente sostengo que son por el contrario los medios de comunicación afines a ciertos grupos muy ligados al franquismo, véase la iglesia y algunos sectores de la derecha, los que crean un ambiente de crispación y posible enfrentamiento que, luego en la calle y hablando con los ciudadanos, ni se siente ni se confirma.
Al hilo de este enmarañamiento dialectico entre el Partido Popular y el resto de los grupos políticos del Congreso, realizo esta apreciación consistente en no entender por qué países como Argentina y Chile, con una democracia recién alcazada, han podido realizar juicios a los opresores y genocidas de sus respectivas dictaduras y los ciudadanos argentinos y chilenos no se han enfrentado por estos juicios y posteriormente se han efectuado condenas penales a los referidos genocidas. Incluso mi perplejidad aumenta cuando desde nuestra Audiencia Nacional se juzga a algunos de estos personajes siniestros de estas dictaduras y en cambio, simplemente, reconocer a través de una Ley de Memoria Histórica que aquí en España ha habido genocidas y víctimas no se puede hacer.
Por esta razón cuando se habla de “Memoria HISTORICA” nadie tiene por qué rasgarse las vestiduras y crear un ambiente de enfrentamiento a costa de una Ley justa y necesaria. Si miramos al pasado, no para enfrentar sino para reclamar y revisar las barbaridades cometidas por el sistema franquista durante y después de la guerra civil y de la parte republicana durante la guerra civil, nos encontramos con auténticos genocidios que cualquier sistema democrático y jurídico exige hacer justicia.
Si tan demócratas se consideran y, si no se sienten ligados ni a uno ni a otro bando, no tienen por qué tener miedo a esta ley y al reconocimiento de las víctimas de la citada guerra y postguerra.
Creo que el pueblo español es más maduro actualmente que los políticos y, en absoluto, según dicen las encuestas serias y profesionales, sienten que necesitan enfrentarse en estos momentos porque jurídicamente se reconozcan tales atrocidades.
Yo personalmente y humildemente sostengo que son por el contrario los medios de comunicación afines a ciertos grupos muy ligados al franquismo, véase la iglesia y algunos sectores de la derecha, los que crean un ambiente de crispación y posible enfrentamiento que, luego en la calle y hablando con los ciudadanos, ni se siente ni se confirma.
Al hilo de este enmarañamiento dialectico entre el Partido Popular y el resto de los grupos políticos del Congreso, realizo esta apreciación consistente en no entender por qué países como Argentina y Chile, con una democracia recién alcazada, han podido realizar juicios a los opresores y genocidas de sus respectivas dictaduras y los ciudadanos argentinos y chilenos no se han enfrentado por estos juicios y posteriormente se han efectuado condenas penales a los referidos genocidas. Incluso mi perplejidad aumenta cuando desde nuestra Audiencia Nacional se juzga a algunos de estos personajes siniestros de estas dictaduras y en cambio, simplemente, reconocer a través de una Ley de Memoria Histórica que aquí en España ha habido genocidas y víctimas no se puede hacer.
Por esta razón cuando se habla de “Memoria HISTORICA” nadie tiene por qué rasgarse las vestiduras y crear un ambiente de enfrentamiento a costa de una Ley justa y necesaria. Si miramos al pasado, no para enfrentar sino para reclamar y revisar las barbaridades cometidas por el sistema franquista durante y después de la guerra civil y de la parte republicana durante la guerra civil, nos encontramos con auténticos genocidios que cualquier sistema democrático y jurídico exige hacer justicia.
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